viernes, 25 de julio de 2014

TRANSTORNOS EN LA ERUPCION DE DIENTES PERMANENTES

Uno de los problemas más frecuentes a los que se enfrentan los padres de familia,  son las anomalías en la erupción de los dientes permanentes la cual inicia con la aparición del primer molar permanente, éste brota aproximadamente a los seis años de edad inmediatamente atrás de los dientes temporales, es raro que este diente presente problemas al erupcionar, pero en algunos casos, si se han perdido los molares temporales, éste puede invadir el espacio de los premolares permanentes y generar impactaciones de los mismos demandando inmediatamente atención especializada.




Posteriormente hacia los siete años de edad, inician su erupción los incisivos centrales y laterales comenzando primero en la mandíbula y posteriormente  en el maxilar superior, los problemas más frecuentes que ocasionan trastornos en la erupción de estos dientes son la ausencia de espacio para la acomodación, lo cual puede producir erupción en mal posición o retención de los incisivos por falta de espacio. La otra anomalía que produce alteración de la erupción normal, es la presencia de dientes supernumerarios, éstos son estructuras anormales que se forman de los tejidos que dan origen a los dientes y se comportan como una barrera que bloquea la erupción de los incisivos, este fenómeno es más frecuente en  el maxilar superior y el signo con el cual los padres pueden detectar que algo anormal sucede, es cuando erupciona un diente y el del otro lado se demora más de 6 meses en brotar. Las anomalías anteriormente mencionadas, requieren la atención especializada del ortodoncista el cual debe ordenar unos exámenes complementarios que le permitirán establecer el diagnóstico y plan de tratamiento oportuno  de muy buen pronóstico si se detecta a temprana edad.

Una vez erupcionados los primeros molares permanentes y los cuatro incisivos, los niños están aproximadamente en los 9 años de edad, en este momento siempre es recomendable tomar una radiografía panorámica con el fin de controlar que los demás dientes permanentes se formaron normalmente, que los espacios para erupcionar son adecuados o detectar anomalías de ausencia genética de premolares que también son frecuentes, con un diagnóstico oportuno se puede planear la conducta a seguir con la posición de los demás dientes y la relación de la mordida final.
Luego en la mandíbula, erupciona respectivamente el canino, el primer premolar, y el segundo premolar; y en el maxilar superior el primer premolar, el segundo premolar y el canino superior, entonces cuando el espacio disponible para estos tres dientes esta disminuido el último diente en salir de cada maxilar puede quedar en mal posición o no erupcionar por que físicamente hay un bloqueo, es recomendable que en esta edad, de los 9 a los 12 años, los niños acudan a control  de erupción por parte de un ortodoncista para detectar a tiempo los problemas mencionados, los cuales se resolverán fácil mente con un tratamiento oportuno.



Hacia los 12 años de edad brotan atrás de los primeros molares permanentes los segundos molares permanentes, estos dientes cuando no encuentran suficiente espacio para su correcta erupción, pueden quedar bloqueados o semierupcionados, ocasionando problemas de retención de alimentos, caries e infecciones asociadas, si se detectan a tiempo son resueltos con tratamientos convencionales de ortodoncia, las radiografías panorámicas orientan fácilmente al ortodoncista para el manejo  de la mal posición.




Los últimos dientes en erupcionar  son los terceros molares permanentes o también llamadas cordales y deberían brotar entre los 18 y 25 años, pero como son los últimos dientes permanentes en salir, muchas veces no encuentran espacio suficiente para su acomodación, entonces quedan retenidos en la parte posterior de los maxilares, estas retenciones se han asociado a múltiples signos y síntomas  los cuales indican su extracción, sin embargo si los terceros molares erupcionan normalmente, se acomodan en una correcta posición y funcionan correctamente con el molar opuesto se deben mantener en boca.

De los ocho dientes que tenemos los humanos en cada hemimaxilar, los terceros molares son los que presentan mayores problemas con la erupción, seguido de los premolares, caninos, incisicivos y segundos molares respectivamente, pero hay un diente que ha venido reportando un alto nivel y mayor frecuencia en retención o impactación, este fenómeno se ha relacionado con factores hereditarios, son los caninos; su retención es más frecuente en el maxilar superior y tan pronto es diagnosticado requiere intervención ortodóntica y quirúrgica porque estos dientes,  cuando están impactados, pueden reabsorber las raíces de los incisivos y originar pérdida o lesión creando un grave problema funcional y estético.
Por todas estas razones, los padres y ortodoncistas debemos estar pendientes  de la erupción dental  de nuestros hijos desde los primeros años de vida hasta cuándo, como adultos sanos, los entregamos a la sociedad.


Dr. Luis Carlos Hernández

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