No siempre es
necesario extraer las cordales; las cordales o terceros molares, son el último
molar que erupciona (sale) en la boca, se puede ver en las radiografías desde
los nueve años aproximadamente; en algunas personas ni siquiera se forman; y
sale a boca entre los 18 y 20 años por lo general.
El criterio para
extraerlas depende del odontólogo y del ortodoncista, ese molar tiene una alta
incidencia de bloquearse, por su ubicación al rincón de la boca. En muchas ocasiones
dependiendo de su angulación se quedan dentro del hueso (Incluidos) y puede
generar daño en la raíz de los segundos molares, sus vecinos; también a veces
salen parcialmente “asoman” y tienden a infectarse pues su higiene no es fácil
y se inflama la encía que lo cubre (Capuchón) a esta inflamación se le conoce como
pericoronitis; es muy incómoda y dolorosa, por lo general se soluciona con la
extracción de la cordal.
Algunas se forman y nunca salen, pero pueden causar
quistes (como globos llenos de líquido) que generan por presión y daño en el
hueso. Hay estudios
científicos que evidencian que pueden estar involucradas en el apiñamiento
mandibular, (Dientes torcidos de abajo).
También hay quienes piensan que eso no
es cierto; no obstante parece estar demostrado que si influyen en el
crecimiento de la mandibula en pacientes clase III (Belfos) es por esto que en
algunas ocasiones el ortodoncista remite al paciente para una germectómia
(quitar las cordales apenas se están formando)
a una edad temprana 10-12 años para disminuir el crecimiento de la mandíbula.
Sin embargo no todo
es malo para estas “villanas” muchas veces nos pueden servir para reemplazar
molares que se han perdido sobre todo en maxilar superior.
Es por todo esto
que en el tema de cordales debemos estar pendientes de ubicarlas con
radiografía panorámica y la decisión va a depender del criterio de su
ortodoncista.
DR. JUAN CARLOS CARREÑO
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