La primera etapa es la valoración inicial,
consiste en el primer contacto que el paciente tiene con el ortodoncista en
donde le expresa el motivo de consulta, teniéndolo en cuenta durante el diagnóstico además de una
observación clinica detallada, se sugieren las alternativas de tratamiento y se
solicitan los exámenes de diagnóstico pertinentes.
La segunda etapa es la toma de dichos
registros diagnósticos que pueden incluir fotografías intra y extra orales,
radiografias y modelos de los dientes. Con estos exámenes el especialista
plantea el plan de tratamiento definitivo.
La tercera etapa es la alineación y
nivelación de los dientes, que comienza con la colocación de los brackets y
consiste en la correcta ubicación de los dientes en los tres sentidos del
espacio. Esta etapa debe culminar con la toma de una radiografía
panorámica de control con el fin de revisar la posición y el estado tanto
radicular como óseo.
La cuarta etapa es la fase de trabajo en la
oclusión o mordida. Su objetivo es dejar contactando correctamente los dientes
de arriba sobre los de abajo, de la forma mas estable posible. En esta etapa es
común la utilización de elásticos.
La quinta etapa es la finalización en la
cual se realizan los detalles finales de acople y consolidación.
La última etapa es la retención, cuyo
objetivo es preservar al máximo la estabilidad obtenida durante el tratamiento.
Se debe tener en cuenta que la boca debido a sus funciones como la masticación,
fonación y demás, adicionalmente de los hábitos se convierte en un lugar muy
dinámico en donde se deben esperar pequeños cambios dentales en relación con el
resutado final, por lo tanto el adecuado uso de los retenedores minimiza al
máximo dichos cambios. El control de retención debería prolongarse durante
todos la vida, con los lapsos previame te establecidos por el ortodoncista.
Dr. Erika Ruge
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